Hace aproximadamente 19 años atrás (teniendo para aquel entonces 10 años ejerciendo como Médico Internista) tuve el gran privilegio de conocer al investigador venezolano Jose Olalde, creador de la Teoría Sistémica y de las fórmulas sistémicas, quien junto a su equipo médico estaba comenzando a dictar un diplomado de terapéutica sistémica al cual asistí durante 600 horas académicas.
Para aquel entonces, estaba convencido de que las enfermedades crónicas y degenerativas:
- Cáncer
- Diabetes y sus complicaciones
- Trastornos del corazón
- Sobrepeso
- Alteraciones del colesterol y triglicéridos
- Lupus
- Artritis
- Gastritis crónica
- Síndrome de intestino irritable
- Hiperplasia y cáncer prostático
- Fibromas uterinos
- Enfermedades del hígado como cirrosis, fatty liver, insuficiencia renal en pacientes con o sin diálisis
Y una lista de 500 enfermedades, eran incurables.
Recuerdo claramente a Jose Olalde, explicando la teoría sistémica y yo por mi parte asombrado con tal postulado, además de entusiasmado de tener delante de mí la posibilidad real y comprobada de ayudar a tanta gente a curarse de su problema.
Era muy frustrante para mí como profesional de la medicina, lidiar a diario con mis pacientes en consulta indicándoles exclusivamente fármacos de síntesis, teniendo cada vez más efectos secundarios y sin curarse, ya que a veces los síntomas mejoraban, sin embargo terminaban con un deterioro de su salud a mediano y largo plazo.
Al conocer la terapéutica sistémica, inmediatamente comencé a ponerla en práctica y fuí viendo con el paso del tiempo como todos mis pacientes mejoraban de manera inmediata sus indicadores de calidad de vida (sueño, energía, independencia física, capacidad de recreación, disfrute de la vida, y otros).
Pude constatar luego de ver alrededor de 7.000 pacientes en mi consulta y los resultados de más de 200 colegas (que en total vimos más de 2.000.000 de pacientes) como las personas con diabetes evitan ser amputados de sus pierna por la gangrena o pie diabético, como los pacientes con cáncer de todos los tipos, evitaban los efectos secundarios de la quimioterapia, e inclusive como algunos decidían no someterse a quimioterapia y salían del cáncer.
Yo soy prueba viviente de todo lo arriba descrito, tuve un cáncer testicular que a Dios gracias y al apoyo de José Olalde, superé en 2 meses y medio cuando me habían condenado a 1 año de quimioterapia.
Pude aprender cómo tratar con éxito y sin fármacos la menopausia, los problemas de próstata, la psoriasis y un sinnúmero de enfermedades; ver a miles de pacientes que eran tratados con un éxito superior al 80%. ¡Que gratificante y que bendición!
Aprendí tal como lo postula la Teoría Sistémica:
1- En el tratamiento de toda enfermedad es indispensable el aumento de energía celular (E).
2- En el tratamiento de toda enfermedad es indispensable la rehabilitación de los mecanismos de inteligencia biológica: Inmune, Endocrina y Genética (I).
3- En el tratamiento de toda enfermedad es indispensable proveer al organismo de sustrato para que reorganice el/los órganos y sistemas afectados (O).
4- Al aportar fórmulas sistémicas que cubren los aspectos 1, 2 y 3, la posibilidad de devolver la salud se coloca en un 80%.
TODAS las fórmulas recomendadas, potencian E, I y O, de allí sus extraordinarios y “milagrosos” efectos.
Dr. Alberto Muhammad Wulff MD